Ricky derrite hasta la noche más fría |
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Escrito por Laura Rodríguez, Lunes 10 de Noviembre de 2014 18:11 | |||
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El recorrido hasta la entrada, rodeado de parras y una arboleda, podía ser andado a pie o por medio de un carrito tipo golf para aquellos con trato VIP. Las filas estaban fluidas y al entrar, los asistentes eran recibidos con una copa de vino de Santo Tomás. Una vez adentro las carpas con joyería, stands de escuelas, productos ecológicos y hasta venta de mantitas para el cruel frio, eran las primeras en recibirte. A unos metros se podía ver el escenario, montado dando la espalda a la carretera con 7 pantallas distribuidas en todo el lugar. Las mesas estaban seccionadas en 3 plazas, sobre una alfombra de pasto, todas con mantelería blanca. Ya había mucha gente adentro, algunos en sus lugares y muchos más explorando los puestos de comida al fondo, donde se dispuso un pequeño escenario con una banda en vivo para amenizar un área de restaurantes con más mesas.
Las malas noticias llegaron temprano cuando nos avisaron que no podríamos pasar a tomar fotos al frente y que nuestro lugar estaba en la fila “Y” 25, sí ”Y”, esa que está casi hasta la… “Z”, ya se imaginarán que tan lejos quedaba. Conforme la noche avanzaba el frio era más cortante, pero nada opacaba la emoción de los asistentes, que a base de vino o café trataban de conservar el calor en el cuerpo mientras esperaban. El tiempo se sentía lento, como la fila para comprar café que estaba siempre larga y constante (tarde 20 min en conseguir uno y daban ganas de dejar apartado otro para después).
Finalmente y exactamente a las 9:54 pm el escenario se enciende, la música inicia y los gritos del público explotan. Todos se suben a sus sillas y no queda más que treparte a una también. Al fondo un Ricky Martin con barba, impecable, vestido de gris completamente, estaba enfundado en un traje y rodeado de 6 bailarines. Se marcaba el inicio al concierto con “ Come with me” , haciendo que todos nos sacudiéramos la escarcha y empezaremos a movernos, con cierta precaución, pero muy animados sobre nuestras sillas. Al terminar Ricky se quita el saco y podemos ver los tatuajes en sus brazos, lleva una playera con cuello en V y sin mangas y comienza a mover su “bon-bon” obviamente al ritmo de “Shake your bon bon” rodeado de unas hermosas bailarinas vestidas de blanco. Unos silbatos tipo carnaval y tambores siguen con la labor de “defrosting “de los asistentes para ponernos la “Adrenalina” al 100 a todos. Las luces cambian y se vuelven más tenues, Ricky aparece vestido todo de negro y nos saluda: “
Ricky sale un momento de escenario y regresa ya con una playera de manga larga amarilla para volvernos a mover con “Vida”, después “Lola, lola” inaugura la tanda de temas “quinceañeros”. Le sigue “María” en la que se acompaña por una de sus bailarinas que le hace la noche a los caballeros que tan amablemente vinieron acompañando a su esposa o novia. Y para bailar, nada como “La Bomba” seguida de “Por arriba, por abajo” en la que Ricky hace una pequeña encuesta de ¿Cuántos primerizos estamos en su concierto? (levanto la mano) y se pone a hacernos bailar un poco más organizados haciendo una dinámica con cada lado del público, en la cual al final nos pide mandar amor y deseos de paz a aquellas partes del mundo donde se necesita. Una vez hecho esto, “Pégate” es la encargada de seguir haciendo calor. “La copa de la vida” le sigue, y es la utilizada como despedida y para agradecer a su equipo, iniciando por sus bailarines, a todos los que fuimos desde Tijuana, así como a su productor, músico, arreglista, compositor David Cabrera. A todos y cada uno de los técnicos encargados de montar el escenario “ya que sin ellos no canto”, dijo, “gracias a todos por estar presentes, Dios los bendiga” termino. La música termina, Ricky sale del escenario, los músicos se van y la gente comienza a gritar cada vez con más fuerza, “otra, otra”. Un par de minutos más tarde, vuelven los músicos y las notas de “A medio vivir” suenan, Ricky ya de nuevo con su saco gris regresa al stage y comienza a cantar, el público corea hasta terminar la canción, Ricky grita: “¡Equipo Ricky!” Haciendo referencia a su participación como “Coach” en el programa “La voz” y todos sus fans responden con un grito. Los músicos se acercan a la orilla del escenario y abrazándose hacen una reverencia como muestra de agradecimiento y despedida, Ricky los acompaña, se inclina, nos dice “Adiós” y se pierde al fondo del escenario para ya no salir de nuevo. Son las 11:38 y oficialmente esto se acaba con la entrada de la música ambiental que ya comienza, las luces se encienden y todos emprendemos nuestro largo viaje a casa. Contentos, algo descongelados, algunos y sobre todo algunas, algo tambaleantes ya sea por el vino o por los sendos tacones, pero felices de haber disfrutado a Ricky y su calidez en una noche tan fría! Share: ![]()
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